Los cibercriminales han encontrado un filón en dispositivos mal protegidos y sin actualizar. Según un informe de NetScout, solo en marzo se registraron más de 27.000 ataques DDoS impulsados por redes de bots. Con una media de 880 ataques diarios, el impacto sobre proveedores de servicios y empresas es alarmante.
Los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) siguen siendo una grave amenaza para proveedores de servicios y organizaciones. A pesar de la existencia de parches de seguridad, muchas vulnerabilidades bien documentadas permanecen sin solución, facilitando el trabajo de ciberdelincuentes.
Contexto y datos clave
- En marzo de 2025, se registraron más de 27,000 ataques DDoS dirigidos por redes de bots.
- En promedio, los proveedores de servicio sufrieron un ataque cada dos minutos.
- La duración de estos ataques se ha extendido, indicando una evolución hacia ataques más persistentes.
- El grupo NoName057(16) lideró las ofensivas con más de 475 ataques identificados, especialmente con motivaciones políticas.
¿Por qué están aumentando los ataques DDoS?
La clave radica en la explotación de vulnerabilidades antiguas. Algunas de las fallas más usadas incluyen:
- CVE-2017-16894, CVE-2019-17050 y CVE-2021-41714: favorecen ataques a infraestructuras críticas.
- CVE-2021-27162: presente en miles de incidentes, lo que sugiere un patrón de explotación sistemático.
Además, grupos como NoName057(16) lideran campañas DDoS motivadas políticamente, atacando gobiernos e infraestructuras estratégicas.
¿Qué países están más afectados?
Mongolia encabeza la lista con más de 2.900 ataques, pero combinaciones transnacionales, como Alemania y EE.UU., demuestran que la amenaza es global, con especial hincapié en atacar servicios web cifrados.
Geografía de los ataques:
- Mongolia lideró con más de 2,900 ataques, la mayoría originados en dispositivos IoT comprometidos.
- Se detectaron combinaciones transnacionales, siendo Alemania y EE.UU. los más activos con más de 600 ataques conjuntos.
Cómo protegerse de los DDoS
- Actualizar dispositivos y servidores para cerrar vulnerabilidades explotadas.
- Implementar soluciones de mitigación DDoS y monitorear el tráfico en busca de anomalías.
- Fortalecer la seguridad en IoT y routers para evitar que sean utilizados como botnets.
El incremento en duración e intensidad de estos ataques demuestra una tendencia preocupante: los atacantes están perfeccionando sus estrategias. Es hora de reforzar la seguridad y prevenir antes de que sea demasiado tarde.