Mustafa Suleyman —CEO de IA en Microsoft y cofundador de DeepMind— reveló recientemente que Google estuvo a punto de lanzar una herramienta revolucionaria que podría haber transformado el panorama de la inteligencia artificial generativa mucho antes de que ChatGPT tomara protagonismo. Esa herramienta se llamaba LaMDA, y según Suleyman, “era ChatGPT antes de ChatGPT”.
Una carrera contra el tiempo: Google vs. OpenAI
En 2022, el mundo quedó fascinado por el lanzamiento de ChatGPT, el chatbot de OpenAI respaldado por Microsoft que marcó el inicio de una nueva era en la interacción entre humanos y máquinas. Sin embargo, según Suleyman, Google había desarrollado internamente una tecnología similar llamada LaMDA (Language Model for Dialogue Applications) que ofrecía capacidades conversacionales sorprendentes.
“LaMDA era genuinamente ChatGPT antes de ChatGPT. Fue el primer modelo conversacional que realmente dejaba boquiabiertos a quienes lo probaban”, afirmó Suleyman.
Pero LaMDA no vio la luz pública a tiempo. Internamente, Google se enfrentó a una fuerte división de opiniones. Mientras algunos empleados consideraban la herramienta como el futuro de la búsqueda, otros temían por su seguridad, por las posibles alucinaciones del modelo, e incluso por las implicaciones para el negocio principal de Google: el buscador.
Una batalla interna en Google
Suleyman describió una división marcada dentro del equipo de Google:
- Los escépticos: preocupados por la seguridad, las posibles alucinaciones, y el impacto en el negocio de búsqueda.
- Los visionarios: convencidos de que LaMDA era el siguiente gran paso en la evolución de la web y la interacción digital.
Esta lucha interna paralizó el lanzamiento, lo que permitió que OpenAI tomara el liderazgo en el sector. Para Google, la oportunidad de ser pionero en IA generativa se desvaneció.
Mustafa Suleyman: del desencanto al liderazgo en Microsoft
Frustrado por la falta de acción en Google, Suleyman dejó la compañía y cofundó Inflection AI junto a Reid Hoffman, el cofundador de LinkedIn. La empresa lanzó su propio modelo, Personal Intelligence, en enero de 2023. Pero la explosión de OpenAI ya era imparable.
“Todas las apuestas estaban sobre la mesa. OpenAI simplemente explotó en popularidad”, señaló Suleyman.
En 2024, Microsoft lo reclutó como líder de su división de inteligencia artificial, en un movimiento estratégico para reforzar su posición en el sector.
¿Qué habría pasado si Google lanzaba LaMDA primero?
Los comentarios de Suleyman invitan a reflexionar sobre cómo un simple retraso puede cambiar por completo el curso de una industria. Si Google hubiera superado sus debates internos y lanzado LaMDA antes que OpenAI:
- Google sería el pionero en IA generativa, desplazando a OpenAI.
- El modelo de negocio de búsqueda podría haberse transformado antes, con búsquedas conversacionales más intuitivas.
- Las alianzas estratégicas en IA podrían haber girado hacia Alphabet, no hacia Microsoft.
En lugar de eso, Google entró en “modo código rojo” a finales de 2022, acelerando el desarrollo de su alternativa: primero Bard, y posteriormente el lanzamiento de Gemini AI.
El impacto de ChatGPT en el ecosistema de IA
El triunfo de ChatGPT no solo consolidó a OpenAI, sino que obligó a todos los gigantes tecnológicos —incluidos Google, Meta y Amazon— a reaccionar con rapidez. Microsoft, por su parte, se convirtió en un jugador dominante, integrando IA en herramientas empresariales, motores de búsqueda y soluciones en la nube.
Este auge aceleró una nueva era, con un aumento masivo de inversiones en GPUs, infraestructura y talento técnico. Suleyman, por ejemplo, reveló que su equipo construyó una infraestructura con 22,000 GPUs H100 de NVIDIA, lo que demuestra la escala monumental de la competencia