La reciente decisión de HP Inc. de recortar entre 4.000 y 6.000 puestos de trabajo para acelerar la adopción de la inteligencia artificial (IA) ha generado un intenso debate en el sector tecnológico y más allá. La compañía asegura que esta medida permitirá ahorrar hasta 1.000 millones de dólares anuales en costes operativos hacia 2028, mientras impulsa la innovación y la productividad. Sin embargo, la noticia plantea interrogantes sobre el impacto real de la IA en el empleo y el futuro de la fuerza laboral global.
Contexto de la decisión
Durante la presentación de resultados fiscales de 2025, el CEO de HP, Enrique Lores, explicó que los despidos afectarán principalmente a áreas de desarrollo de producto, operaciones internas y atención al cliente. Según la empresa, la IA permitirá simplificar plataformas, consolidar programas y mejorar la satisfacción del cliente, todo ello con un enfoque en la eficiencia y la sostenibilidad a largo plazo.
Este anuncio se suma a una tendencia creciente en el sector tecnológico, donde gigantes como Salesforce, Amazon, Meta, Intuit, Klarna o Duolingo ya han realizado despidos masivos vinculados —directa o indirectamente— a la implementación de herramientas de inteligencia artificial.
La IA como motor de transformación empresarial
La narrativa de HP se centra en la IA como catalizador de:
- Innovación acelerada: desarrollo de productos más rápidos y personalizados.
- Optimización de costes: reducción de gastos estructurales mediante automatización.
- Mejora de la experiencia del cliente: atención más ágil y predictiva.
- Productividad interna: procesos simplificados y menos redundancias.
En teoría, la IA no solo sustituye tareas repetitivas, sino que abre la puerta a nuevos modelos de negocio y oportunidades de crecimiento. Sin embargo, la transición no está exenta de riesgos.
Impacto en el empleo: ¿destrucción o transformación?
La gran pregunta es si la IA está eliminando puestos de trabajo o simplemente transformando perfiles profesionales.
- Visión pesimista: la automatización desplaza a miles de trabajadores, especialmente en áreas de soporte y operaciones.
- Visión optimista: la IA genera más empleos de los que elimina, aunque en sectores distintos y con mayores exigencias de cualificación.
El World Economic Forum estima que para 2030 la IA podría crear 78 millones de empleos netos a nivel global, superando las pérdidas iniciales. Sin embargo, la transición será desigual y exigirá una fuerte inversión en formación y reciclaje profesional.
Ejemplos recientes en la industria
- Salesforce: recortó 4.000 puestos en atención al cliente, justificando que la IA reduce la necesidad de personal humano.
- Amazon: despidió a más de 14.000 empleados para centrarse en proyectos estratégicos de IA.
- Meta: anunció la reducción del 5% de su plantilla para reforzar su división de inteligencia artificial.
- Intuit: sustituyó 1.800 trabajadores por perfiles especializados en IA.
Estos casos reflejan una tendencia clara: las empresas tecnológicas están reestructurando sus plantillas para adaptarse a un futuro dominado por la automatización.
Debate académico y empresarial
Expertos como Peter Cappelli, profesor de la Wharton School, advierten que la narrativa empresarial puede estar exagerando el papel de la IA en los despidos. Según Cappelli, reemplazar trabajadores humanos por sistemas de IA es un proceso “enormemente complicado y costoso”, y muchas compañías podrían estar utilizando la IA como “chivo expiatorio” para justificar recortes motivados por otras razones financieras.
Por otro lado, consultoras como Gartner prevén que para 2030 el 100% del trabajo en TI involucrará IA, aunque el 75% de las cargas seguirá requiriendo intervención humana. Esto sugiere un escenario híbrido donde la colaboración entre personas y máquinas será la norma.
Perspectiva global
La decisión de HP no es un caso aislado, sino parte de una transformación estructural que afecta a toda la economía digital. El impacto variará según la región:
- En países con fuerte inversión en educación tecnológica, la IA puede ser un motor de crecimiento.
- En economías menos preparadas, el riesgo de desempleo masivo es mayor.
La clave estará en la adaptación de políticas públicas, la inversión en formación y la capacidad de las empresas para gestionar la transición de manera responsable.