La soberanía del dato ha sido, durante años, uno de los pilares fundamentales en las estrategias de transformación digital de gobiernos y grandes organizaciones. Este concepto se ha asociado a la ubicación física: los datos debían permanecer dentro de las fronteras nacionales, en infraestructuras controladas y bajo jurisdicción local. Sin embargo, el auge de la IA, la proliferación de arquitecturas distribuidas y la creciente complejidad regulatoria están provocando un cambio estructural en esta visión.
Nutanix, uno de los referentes globales en infraestructura híbrida y multicloud, ha dado un paso adelante al replantear qué significa realmente la soberanía en la nube. Según la compañía, el futuro no pasa por dónde se ejecutan los sistemas, sino por quién mantiene el control operativo sobre ellos. Este enfoque marca un punto de inflexión en la evolución del sovereign cloud y abre la puerta a modelos más flexibles, seguros y adaptados a las necesidades actuales.
El impacto de la IA en la soberanía del dato
La inteligencia artificial es uno de los principales catalizadores de este cambio. Entrenar y ejecutar modelos requiere grandes volúmenes de datos, pero centralizar toda esa información en un único cloud puede incrementar los costes, los riesgos y la exposición regulatoria.
Como explica Lee Caswell, vicepresidente senior de marketing de producto y soluciones en Nutanix, las organizaciones están replanteando dónde se replican y restauran los datos, y cómo se distribuyen las aplicaciones en entornos cada vez más híbridos y fragmentados. La IA, lejos de promover la centralización, está impulsando arquitecturas distribuidas que acerquen el procesamiento a la fuente del dato sin perder control ni seguridad.
Este escenario obliga a abandonar la idea de un perímetro soberano rígido y geográfico. En su lugar, surge un modelo donde la soberanía se define por la capacidad de la organización para observar, gestionar, asegurar y recuperar sus aplicaciones sin depender de terceros.
Control operativo: el nuevo eje de la soberanía cloud
Nutanix propone un enfoque donde la soberanía se mide por el nivel de control operativo que mantiene el cliente. Esto implica que:
- Las herramientas de gestión pueden ejecutarse dentro del propio entorno del cliente, sin depender de servicios SaaS externos.
- Las funciones de seguridad y gobernanza pueden desplegarse incluso en entornos air-gapped o completamente aislados.
- La orquestación puede mantenerse privada aunque los workloads se ejecuten en nubes públicas.
- Las licencias y controles de cifrado pueden moverse libremente entre infraestructuras, evitando bloqueos por proveedor.
Este último punto es especialmente relevante: Nutanix permite trasladar licencias entre hardware propio y servidores alquilados en proveedores como AWS sin restricciones, lo que reduce la dependencia tecnológica y facilita la movilidad de cargas de trabajo.
Seguridad y cumplimiento más cerca del workload
La fragmentación de los entornos obliga a reforzar la seguridad desde la base. Nutanix está extendiendo sus capacidades de control y cumplimiento más allá de las máquinas virtuales, abarcando también contenedores, Kubernetes y cargas bare-metal.
Entre las novedades destacan:
- Políticas de seguridad aplicadas de forma consistente en entornos heterogéneos.
- Imágenes de sistema operativo alineadas con estándares de seguridad del gobierno de EE. UU. (en desarrollo).
- Compatibilidad con versiones endurecidas del software Nvidia AI Enterprise para cumplir requisitos federales.
- Mejoras en control de acceso, integración de identidades y auditoría del uso de modelos de IA.
El objetivo es claro: aplicar a las cargas de IA y contenedores el mismo nivel de seguridad que históricamente se ha exigido a la infraestructura tradicional.
Resiliencia como parte de la gobernanza
Otro de los pilares del nuevo enfoque soberano es la resiliencia. Las organizaciones ya no tratan todas las aplicaciones por igual durante una interrupción. Ahora buscan priorizar la recuperación en función del riesgo regulatorio y del impacto en el negocio.
Nutanix permite definir políticas de recuperación que:
- Mantienen intactas las configuraciones de seguridad.
- Controlan el orden y alcance de la restauración.
- Funcionan incluso en escenarios que afectan a múltiples regiones o sitios.
Esto proporciona una recuperación más orquestada, granular y alineada con las exigencias regulatorias actuales.
Replanteamiento de las plataformas y el efecto VMware
El mercado de la virtualización está viviendo un momento de revisión profunda. Según Nutanix, prácticamente todos los clientes de VMware están evaluando alternativas, aunque no necesariamente planean migraciones inmediatas. Lo que sí parece claro es que muchos evitarán desplegar nuevas cargas en VMware a corto plazo.
En este contexto, Nutanix ha lanzado nuevas herramientas de automatización que simplifican el despliegue y la gestión del ciclo de vida de la infraestructura, posicionándose como una opción sólida para organizaciones que buscan reducir dependencias y ganar flexibilidad.
Un cambio estructural en la estrategia de soberanía cloud
Más que un lanzamiento puntual, Nutanix plantea una transformación conceptual: la soberanía ya no es un requisito estático basado en la ubicación, sino una responsabilidad operativa continua.
Este cambio está impulsado por tres grandes fuerzas:
- La expansión de la IA y sus necesidades de datos distribuidos.
- La presión regulatoria creciente en sectores críticos.
- La complejidad de los entornos híbridos y multicloud modernos.
Las actualizaciones de Nutanix buscan dar respuesta a esta nueva realidad, ofreciendo un modelo de soberanía más dinámico, adaptable y centrado en el control del cliente.