«Atlas of Surveillance» ahora proporciona una base de datos interactiva y más. Atlas of Surveillance, creado por la Electronic Frontier Foundation junto con la Universidad de Nevada y la Escuela de Periodismo Reynolds de Reno, se ha actualizado. Ahora incluye una base de datos interactiva de búsqueda de vigilancia policial a nivel nacional.
Tiene una interfaz más limpia y simple que los tableros COVID-19 que vemos cada día. Nos muestra de un vistazo dónde la policía usa cámaras corporales, drones, lectores automáticos de matrículas, registro de cámara o reconocimiento facial entre otras cosas.
El Atlas tiene como objetivo dar al público una idea de cómo está siendo vigilado por la policía. En un comunicado de prensa, la EFF dijo que el Atlas incluye «varios miles de puntos de datos», sobre unos 3.000 departamentos y oficinas de aplicación de la ley en EE.UU.
Una estadística escalofriante. Según el Atlas, EE.UU. tiene 130 «centros tecnológicos de aplicaciones de la ley» que pueden procesar «datos de vigilancia en tiempo real».
El proyecto ha estado en marcha durante año y medio. Se ha basado principalmente en cientos de estudiantes de periodismo de Reno y la Universidad de Nevada, entre otros voluntarios. Han recopilado, revisado y agregado datos de «artículos, agendas, comunicados de prensa y publicaciones en redes sociales».
«Atlas of Surveillance» ahora proporciona una base de datos interactiva y más
El Atlas no es perfecto, la información de ciertos lugares puede estar mal etiquetada. Es fácil informar. Los estadounidenses pueden contribuir al Atlas para agregar información o reportar errores en un par de minutos.
Una base de datos de vigilancia policial disponible públicamente y con capacidad de búsqueda, como este Atlas, brinda a los ciudadanos promedia y periodistas datos ricos. Fácilmente comprensibles y de importancia crítica en un momento en el que la vigilancia policial es un tema candente.
A raíz de los asesinatos policiales de Breonna Taylor y George Floyd y la posterior violencia policial contra los que protestan por el racismo, los pedidos de desfinanciamiento de la policía continúan aumentando. En Minneapolis, donde la policía mató a Floyd, el ayuntamiento ya ha comenzado movimientos radicales contra su fuerza policial. Detroit también podría servir como un caso de prueba para las fallas de vigilancia policial impulsada por la IA. También la oposición política nacional y de base actual a ella puede llevar a un ajuste de cuentas financiero. El uso del reconocimiento facial por parte de las fuerzas del orden público está prohibido o bajo una moratoria en varias ciudades de EE.UU. Algunos miembros del Congreso pidieron restricciones al reconocimiento facial. Una investigación en Canadá obligó efectivamente al proveedor de reconocimiento facial Clearview AI a cortar los lazos con la Real Policía Montada de Canadá. Microsoft, Amazon e IBM, hasta cierto punto, se han alejado del negocio del reconocimiento facial.