¡Descarga la guía que hemos preparado y conoce todas las diferencias entre servicios Cloud y el uso de servidores propios para el almacenamiento de datos!
La transformación digital en el ecosistema empresarial afecta a todos los niveles. Desde la comunicación corporativa mediante herramientas multidispositivo y multicanal que permite tener en un mismo sitio chat, llamadas y videollamadas, compartir archivos o agendar y realizar reuniones, pasando por departamentos de administración, donde confiere un gran número de procesos, antes manuales, que son sustituidos por procesos digitales automatizados, o llegando hasta herramientas de Business Intelligence para que dirección tome decisiones en segundos basadas en datos objetivos.
Todo esto, no es más que una evolución debida a la incorporación de la tecnología en el ámbito empresarial. Y uno de los mayores logros para conseguir la digitalización de todas las organizaciones es la adopción de la tecnología en la nube.
Esta tecnología acerca el acceso de la información y datos a cualquiera. Esto, aplicado a las necesidades de una organización, hace cada vez más flexible la gestión de cualquier tarea operativa. Si no conoces el término Cloud en profundidad, te sugiero leer antes el artículo “12 términos clave para entender el Cloud”.
En España, por poner un ejemplo que la mayoría pueda identificar, ¿Cuál es el porcentaje del presupuesto en IT que destinan sus compañías a SaaS? Pues, según un estudio de Quint Wellington Redwood, casi la mitad destinan menos del 5%.
Y si prestas atención a los datos, casi el 80% de las corporaciones destinan menos de un 15% de esta partida en SaaS. Esto puede ser debido a diversos factores, no es algo que se pueda analizar de forma disgregada a la realidad. Pero una cosa está clara, hay un gran camino por recorrer y un reto muy interesante para las empresas del sector tecnológico B2B en los próximos años.
Es por ello, que debemos empezar a ofrecer datos reales que convenzan de una vez por todas a las empresas en este y muchos otros países. La tecnología Cloud no es un freno sino una rampa de despegue para optimizar los procesos y operativa, reduciendo así costes en prácticamente todas las áreas.
Y para empezar con esta instrucción a nuestras organizaciones, nada mejor que un repaso a las principales ventajas que aporta la tecnología Cloud respecto a las soluciones tradicionales de servidores propios ubicados localmente (por lo general, en las misma oficinas de la compañía).
Mayor seguridad
El entorno Cloud, a pesar que parezca un entorno “abierto” es muy seguro, al contrario de la falsa apariencia “cerrado” de un servidor propio, a grandes rasgos la tecnología en la nube es muchísimo más fiable en términos de seguridad que un entorno local.
Existen diversos aspectos cuando analizamos la seguridad: seguridad física, seguridad de datos o ciberseguridad. En cualquiera de estas áreas, el riesgo es menor para un servicio en la nube que los servidores propios.
La seguridad es siempre un factor controvertido en cuanto a la inversión en el mismo. Si le preguntamos a cualquier empresas o empresario si teme que sus datos se vean comprometidos o, aún más extremo, sean robados o sustraídos, cualquiera se podrían las manos a la cabeza y te diría que bajo ningún concepto quisiera que tal cosa sucediera jamás.
Ahora bien, según el mismo estudio de Quint Wellington Redwood, consultado a empresarios de las mayores empresas españolas, tan solo un 22% identifica los servicios de seguridad como un elemento relevante dentro en cuanto al entorno Cloud.
Entonces, ¿Por qué invierten una porción tan pequeña de su presupuesto de IT en servicios de seguridad y prevención? Pues la respuesta es sencilla, somos optimistas y arriesgados por naturaleza. Nuestro carácter, junto al hecho que este tipo de riesgos son imperceptibles y altamente desconocidos (hasta que ocurren), nos hace obviar este factor y lo eliminamos o relegamos a un segundo plano en la ecuación para la toma de decisión sobre servicios tecnológicos.
Altamente escalable
Los servicios Cloud son altamente flexibles, puesto que suelen poderse configurar e ir adaptando en función de las necesidades del cliente (capacidad, velocidad, funcionalidades, permisos, etc.).
No así en instalaciones de servidores propios, los cuales tienen una dependencia técnica elevada para realizar modificaciones en su servicio. Incrementando así los costes e inversión.
Disponible en cualquier sitio y momento
Un servicio Cloud estará disponible siempre que un dispositivo disponga de conectividad a internet. De hecho, esta es la única limitación (reseñable) de un entorno en la nube.
Por contra, un servicio ubicado en servidores propios difícilmente gozará de dicha disponibilidad, puesto que para hacer sería necesario aplicar una capa de tecnología (hardware y software) como VPN para simular las funcionalidades de la tecnología Cloud. Con su consiguiente sobrecoste en instalación y mantenimiento.
Un servicio más estable
Los servicios en la nube son altamente estables, cumplen unas estrictas normativas SLA para ofrecer un servicio de calidad lo que se refleja en una estabilidad y seguridad en el servicio por parte de los usuarios difícil de equiparar con un equipo interno.
Previsión financiera y estructura de costes estable
En cuanto a la la inversión y distribución de costes, las soluciones en la nube suelen tener formas de pago por uso recurrente, lo que estabilizar los costes, evita imprevistos (puesto que sabes siempre el coste aproximado) y puedes hacer una previsión financiera a medio plazo sin grandes complicaciones.
Por otro lado, y como supongo que imaginarás (a estas alturas del artículo), la adquisición inicial de un servidor propio supone una inversión única variable. Pero además, requiere de una inversión (o coste) en mantenimiento, adaptaciones y correcciones que en los servicios pay per use suelen estar incluidos. Esto puede suponer un riesgo financiero y operativo en la implantación,y también durante los siguientes años en función de necesidades o contratiempos.
Como conclusión de este escrito, ya de por sí suficiente exhaustivo, la recomendación general suele ser consultar con un equipo experto antes de adquirir cualquier solución o tomar una decisión al respecto.
Muchas son las casuísticas de una organización y los factores que pueden condicionar la decisión. Y aunque a priori parezca menos arriesgado apostar por soluciones Cloud, estas no siempre son la solución definitiva a todo.
Así pues, la información es poder y por ello, hemos preparado una guía con información más exhaustiva al respecto de las diferencias mencionadas en este artículo entre servicios Cloud o el uso de servidores propios para el almacenamiento de datos.
Por último, os invitamos a compartir vuestras experiencias con soluciones Cloud o propias para darlas a conocer a otras personas en la toma de decisiones, y opinar si os ha parecido interesante este artículo.