O sí, pero tomando las debidas precauciones. Si estás de vacaciones, es muy probable que estés leyendo esto desde tu tablet o smartphone utilizando una WiFi pública… y no es buena idea. Un estudio de G Data Software indica que el 80% de nosotros sigue conectado a internet y arroja el dato de que el 70% utilizamos las redes públicas de WiFi para navegar. Te contamos por qué deberías evitarlo y qué precauciones tomar en caso de que decidas utilizarlas.
WiFis públicas: demasiado públicas
Existe un alto porcentaje de WiFis públicas que no están debidamente protegidas. Y esto, ¿Qué significa? Que son fácilmente interceptables por terceros que no siempre tienen las mejores intenciones. Por otro lado, acostumbramos a acceder desde dispositivos que no suelen tener la protección que sí aseguran nuestros ordenadores como protocolos específicos o antivirus.
En resumen, si no tomas las debidas precauciones, en este tipo de conexiones podrían…
- Robar tus datos transmitidos, por ejemplo, conversaciones, contraseñas, etc…
- Robo de datos almacenados en tu equipo, por ejemplo, tus fotografías o datos personales
- Infección de tu dispositivo con malware
¿Merece la pena arriesgarse por unos megas? Conectarse a una red desconocida siempre supone un riesgo, pero podemos minimizarlo.
Minimiza el riesgo
Como decíamos anteriormente, utilizar una red que no conocemos implica un riesgo y cuando estamos de vacaciones podemos caer en la tentación en relajarnos en cuanto a la seguridad de nuestra información cuando utilizamos internet. No obstante, existen ciertas pautas que puedes seguir para navegar con un mínimo de seguridad.
¿A qué tipo de red de te estás conectado?
El tipo de red importa (y mucho). Simplificando, estos son los tipos de redes a los que te puedes conectar y su nivel de privacidad:
- Red abierta (sin contraseña). Los datos podrían ser leídos por el administrador y también por usuarios conectados, sin ser necesario tener unos conocimientos técnicos muy avanzados. Desconfía de este tipo de redes
- Red protegida (con contraseña, que no quiere decir que sea segura) donde la información debería transmitirse de forma cifrada. Estas redes tienen “sistemas de transmisión” que seguro que has visto o has elegido a la hora de conectarte a una red:
- WEP. Nunca te conectes a una red de este tipo, es comparable a una red abierta
- WPA. La evolución del WEP, un poco más segura pero aún así desaconsejable
- WPA2. Protocolo mejorado de WPA.
¿Utilizas conexiones seguras?
Utiliza páginas con conexión segura o, lo que es lo mismo, que empiecen con https (y cuenten con un certificado válido). Las conexiones a páginas https son más seguras ya que cuenta con un certificado que encripta la comunicación.
En el tráfico de las páginas http este tráfico no está cifrado por lo que un sniffer (analizador de protocolos) puede “interceptar” tus comunicaciones y, potencialmente, descifrarlas. Esta posibilidad es especialmente preocupante si estás utilizando información sensible como, por ejemplo, datos bancarios.
¿Te recuerdo? No, gracias
Que tu dispositivo recuerde los puntos de acceso anteriores y se conecte automáticamente, además de ser un gasto de batería, puede suponer un potencial problema de seguridad. Imagínate que te conectas a la WIFI para ver vídeos de gatitos y, al día siguiente, necesitas realizar una operación bancaria para lo que tienes pensado utilizar tus datos. Es más que probable que si le has dado a “Recuérdame”, al llegar a la habitación se conecte la red y acabes haciendo esa operación también utilizando la red inalámbrica. ¡Mantén saneada la lista de puntos de accesos memorizados de tu dispositivo!
Estas son sólo algunas pinceladas para que has de tener en cuenta y no queremos olvidarnos la más importante: el sentido común. Un básico en cualquier kit de seguridad, hablemos de la materia que hablemos.
Si quieres más información sobre seguridad o mantenerte al día de las novedades, te invitamos a que visites nuestro blog en Keykumo.

Artículo escrito por Eva O. – Online Presence Manager en Keykumo.