La incorporación de un software ERP es un paso importante para cualquier empresa que quiera aprovechar las ventajas de la transformación digital. Saber escoger ERP y partner, por tanto, será clave para asegurar el éxito del rendimiento de la implementación.
Actualmente podemos encontrar en el mercado una variada oferta de software ERP proveniente de distintos fabricantes. Dos de las compañías cuyos ERP figuran entre los más populares entre las empresas son Microsoft y SAP.
Aunque los ERP de SAP y Microsoft comparten algunas características, Microsoft (y su Dynamics 365) se impone cada vez más gracias a rasgos como una continua evolución y escalabilidad, versatilidad y rápida integración.
Dynamics 365 o SAP: ¿Cuál es la mejor elección?
El de SAP es un ERP que ha llegado a tener una gran popularidad en el pasado, copando, sobre todo, el mercado de las grandes empresas. Sin embargo, la apuesta de Microsoft por Dynamics 365 (solución en la nube, que integra CRM y ERP y unifica las fuentes de información) ha hecho ganarle terreno no sólo entre las grandes empresas, sino también entre PYMES.
Mientras el ERP de SAP es una solución más rígida y tradicional, Dynamics 365 destaca por su alta capacidad de personalización y versatilidad. La posibilidad de evolucionar fluidamente de Dynamics 365 a través de actualizaciones periódicas se impone, también, a la menor flexibilidad de SAP.
Además, la apuesta de Microsoft por la nube le ha dado una ventaja competitiva indiscutible frente a sus competidores (llegando SAP a asociarse con Microsoft para poder utilizarla).
Dynamics 365, la solución que se adapta a las necesidades de tu empresa
Dynamics 365 destaca por su capacidad de adaptarse a todo tipo de empresas. Sus módulos personalizables y soluciones integradas (apps, ofimática, Business Intelligence) hacen que sea la solución ideal para negocios de una amplia gama de sectores.
Las empresas escogen más frecuentemente Dynamics 365 frente a SAP por su mayor flexibilidad en la implementación, un precio de proyecto más ajustado y un menor riesgo de desviaciones en el proyecto (tanto en precio como en plazos).