Investigadores de la Universidad de Sheffield han generado un zumbido de IA al observar cómo vuelan las abejas.
Los drones de próxima generación podrían funcionar con un software de Inteligencia Artificial inspirado en cómo las abejas se adaptan y navegan por su entorno. Esto se debe a que los científicos de la universidad de Sheffield han demostrado cómo están haciendo ingeniería inversa de los cerebros de las abejas para crear un prototipo de dron que está influenciado por la capacidad de los insectos voladores para navegar con precisión durante varios kilómetros y aprender características ambientales sobre la marcha para luego encontrar el camino de vuelta a la colmena.
IA para que los drones se comporten como las abejas
El profesor James Marshall, de la Universidad de Sheffield, presentó el trabajo de su equipo en la conferencia de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia en Seattle, y detalló cómo pretenden crear pequeños drones que puedan navegar de manera efectiva en su entorno como lo hacen las abejas.
«Las abejas son realmente navegantes visuales consumados. Pueden navegar en un entorno 3D complejo con un aprendizaje mínimo de forma muy robusta, utilizando sólo un millón de neuronas en un milímetro cúbico de cerebro».
«Para nosotros están en el punto óptimo entre el tamaño del cerebro y la inteligencia. A pesar de su pequeño tamaño, los cerebros de las abejas pueden realizar múltiples tareas y optimizar las distancias que la abeja vuela desde su nido para buscar néctar, lo que significa que el cerebro aprende y se adapta a los nuevos escenarios muy rápido.»
Actualmente, los sistemas de inteligencia artificial utilizados para el procesamiento de imágenes no pueden calcular lo que ven en cualquier lugar tan rápido como algunos de los cerebros naturales más pequeños.
Para intentar replicar cómo navegan las abejas, los investigadores han dividido el proyecto en dos experimentos:
El primero implica conectar transpondedores de radar a las abejas y analizar sus rutas de vuelo para que los investigadores puedan obtener información sobre sus procesos neuronales.
El segundo experimento implica el proceso más horrible de insertar un electrodo conectado al cerebro de la abeja y luego observar sus movimientos alrededor de un entorno de realidad virtual. Al analizar las señales neuronales, se espera que los científicos tengan una visión más profunda de los movimientos de las abejas.
«Hemos modelado tal vez el 25% del cerebro de las abejas, tal vez un poco más. Tenemos robots con forma de abeja que pueden volar alrededor del laboratorio comportándose como lo haría una abeja, extrayendo información del mundo».
Los investigadores tienen dos drones, un modelo de 600g y otro de 250g. Este último es mucho más grande que una abeja, pero aún así es bastante pequeño, aunque puede contener todo el equipo computacional que necesita para navegar como una abeja, según Marshall.
El proyecto ha sido financiado por una subvención gubernamental de 4.8 millones de Libras de la agencia de investigación e innovación del Reino Unido. Eso ha significado que la investigación se está moviendo para convertirse en una empresa comercial, con una empresa spin-off llamada Opteran Technologies que tiene como objetivo vender eventualmente software de IA a empresas y negocios de drones, como las empresas de logística con fines de entrega. Obviamente otra aplicación que a todos nos viene a la cabeza es con fines militares. Habrá que ver cómo sigue evolucionando este campo que es de lo más interesante.