Las plataformas Bohemia y Cannabia funcionaban como un enorme bazar sin restricciones de todos los bienes y servicios ilícitos imaginables. En su punto álgido, albergaban la alucinante cifra de 82.000 listados diarios de drogas, malware, ataques DDoS, etc., en 67.000 transacciones mensuales.
Un mercado gigantesco, pero oculto
Según las cifras facilitadas por las autoridades, las asombrosas finanzas de los sitios se ponen de manifiesto en los ingresos de 12 millones de euros obtenidos sólo en septiembre de 2023. La policía holandesa afirmó que se trata del «mercado internacional de la Deep Web más grande y de mayor duración de todos los tiempos».
El desmantelamiento de las dos empresas se hizo inevitable una vez que la ciber-policía holandesa obtuvo acceso a los servidores, con sede en los Países Bajos. Una larga investigación encubierta con el apoyo de investigadores de Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos acabó por identificar a los administradores que manejaban los hilos. Una vez identificados, las autoridades actuaron.

La policía detuvo a uno de los principales sospechosos, un irlandés anónimo, en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam en junio con datos, dispositivos y criptomonedas por valor de 8 millones de euros. Ha estado bajo custodia desde su detención, y a principios de esta semana, los magistrados prorrogaron su estancia a la espera de juicio.
Aunque una pequeña parte de las transacciones de Bohemia y Cannabia se originaron en los Países Bajos, el alcance mundial del mercado era inconfundible. La policía ha atribuido al menos 1,7 millones de euros en ventas a traficantes holandeses, pero los funcionarios advierten de que un análisis más profundo revelará probablemente una cifra aún mayor.