Microsoft ha anunciado que los usuarios de Windows 11 podrán desinstalar aplicaciones básicas para cumplir la normativa de la U.E. El gigante tecnológico ha anunciado varios cambios en el sistema operativo, que permitirán a los usuarios desinstalar aplicaciones pre-empaquetadas, como el navegador Microsoft Edge.
Una cuestión de legislación
Los usuarios también podrán desinstalar Bing Search del panel de búsqueda de Windows, mientras que una actualización del tablero de widgets del sistema operativo permitirá a los usuarios desactivar la fuente de noticias de Microsoft y los anuncios.
El objetivo no es otro que es garantizar que la empresa cumpla la Ley de Mercados Digitales de la U.E.
Microsoft ha confirmado que los cambios se aplicarán en los 27 países del Espacio Económico Europeo (EEE). La empresa ha añadido que los cambios «se irán aplicando gradualmente a los dispositivos en Release Preview durante las próximas dos semanas. Cambios similares para los usuarios de Windows 10 también estarán disponibles en el canal Release Preview en una fecha posterior», añadió Microsoft.
«Estaremos actualizando Windows 10, versión 22H2 y Windows 11, versión 23H2 PC en el EEE para que sean compatibles el 6 de marzo de 2024».
Microsoft vuelve a ceder a la presión de la U.E
La última medida de Microsoft se produce tras un tira y afloja entre el gigante tecnológico y los reguladores de la U.E en los últimos meses, en torno a las prácticas empresariales.
En agosto, Microsoft anunció planes para desvincular Teams de sus suites de productividad Microsoft 365 y Office 365 en Windows 11 para los clientes de la U.E.
El objetivo específico de esta medida era evitar el escrutinio regulador de los legisladores de la U.E tras el inicio de una investigación sobre la integración de Teams en sus paquetes de software.
No es la primera vez que los de Redmond se las han visto con la justicia por estos temas. De hecho, recientemente, las prácticas de Microsoft fueron, incluso, objeto de una denuncia oficial de Slack presentada en 2020.
En dicha denuncia se alegaba que el gigante tecnológico estaba «instalando a la fuerza» Teams a millones de clientes. Los de Slack alegaban que Microsoft estaba bloqueando su eliminación y perjudicando así la competencia de los proveedores de software rivales.