Los servicios de nube pública son esenciales para los procesos de escalado e innovación de cualquier empresa en el mundo digital moderno. Sin embargo, también han demostrado que las herramientas de gestión de la rentabilidad distan mucho de ser perfectas. El crecimiento constante de los residuos en la nube sirve como prueba sólida de este concepto, y la empresa Akamai sabe sobre esto.
Los recursos que no se utilizan al máximo de su capacidad -o que no se utilizan- siguen generando costes. La tasa actual de desperdicio de la nube puede costar a las empresas millones de dólares, por lo que es imperativo que adopten nuevas estrategias y herramientas para abordar este problema.
Una de las primeras en poner de manifiesto esta tendencia fue Akamai. Los costes de la empresa en la nube pública crecían a un ritmo intenso, y vieron la necesidad urgente de optimizar su gasto en la nube pública y eliminar el despilfarro. Bajo la iniciativa de su Proyecto Cirrus, las facturas de la nube pública de Akamai se redujeron en un 40% sólo en el primer año.
El enfoque de Akamai para eliminar el derroche en la nube
Los métodos de Akamai para reducir el derroche en la nube incluían un perfil detallado del uso de la nube. Por ejemplo, la empresa utilizaba nubes de terceros para ejecutar varias aplicaciones de misión crítica, que resultaron ser relativamente caras.
En consecuencia, se desarrollaron varios métodos para disminuir la cantidad de residuos. Estos métodos se basan en un diseño híbrido implementado por la empresa, que propone formas de identificar los residuos para una asignación de recursos rentable.
- Automatización y adecuación del tamaño de las instancias
Una estrategia clave que Akamai implementó fue la automatización de la gestión de recursos. Mediante la implementación de herramientas de automatización, la empresa pudo supervisar y ajustar los recursos de la nube en tiempo real, asegurándose de que tenían el tamaño adecuado para satisfacer las demandas de cada aplicación.
Este proceso, conocido como «right-sizing», implica analizar el uso real de los recursos en la nube y aumentarlos o reducirlos según sea necesario. Al hacerlo, Akamai fue capaz de reducir el desperdicio de la nube hasta en un 40%, reduciendo significativamente los gastos innecesarios.
- Uso estratégico de instancias reservadas
Otro aspecto crítico de la estrategia de Akamai fue el uso estratégico de las Instancias Reservadas (IR). A diferencia de los precios bajo demanda, que pueden ser costosos e impredecibles, las IR ofrecen precios más bajos y consistentes. Akamai aprovechó estos descuentos planificando y reservando cuidadosamente la capacidad de la nube con antelación, lo que supuso un ahorro de hasta el 75% en comparación con los precios bajo demanda.
- Monitorización y optimización continuas
Akamai comprendió que la reducción del derroche en la nube no debía ser una actividad puntual, sino un esfuerzo continuo. La empresa implantó un sistema de seguimiento que monitoriza constantemente el uso y los gastos de la nube. De este modo, cualquier ineficiencia detectada podía abordarse de inmediato, garantizando que no se repitieran los casos de derroche en la nube.
Adopción de las mejores prácticas para la gestión del derroche en la nube
La reducción del 40% de los costes de la nube pública de terceros es sin duda una valiosa lección que debería servir de ejemplo a las organizaciones que se enfrentan a problemas similares. A través de la automatización, el dimensionamiento correcto y un uso más estratégico de las IR, es posible un mayor control de los costes y la eliminación del despilfarro. La supervisión periódica y la optimización de los resultados también son fundamentales para mantenerlos a lo largo del tiempo.
En un mundo en el que los costes de la nube pública pueden llegar a ser fácilmente desorbitados, un enfoque proactivo de la gestión de los residuos de la nube es una sabia decisión empresarial y un paso necesario hacia la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo.