Windows 11 ha ido avanzando, abriéndose camino en el ámbito de los sistemas operativos. Casi el 30% de todos los PC con Windows utilizan ya Windows 11, lo que supone un gran hito para el sistema operativo más reciente de Microsoft, según Statecounter. Este porcentaje supone un aumento con respecto a la cuota de mercado del mes anterior, que se situaba en el 27,67%.
Windows 11 mejora en cuota de uso
Sólo en junio de 2024, esta cifra subió hasta alcanzar hasta ahora el punto más alto jamás registrado: ¡el 29,71%! Resulta muy interesante, sobre todo porque a principios de año Windows 11 fue el principal sistema operativo que se enfrentó a un descenso de usuarios durante la mitad del ciclo. Sin embargo, parece que se está recuperando con fuerza.
Windows 10, incluso con su descenso, sigue dominando con un 66,1%. Pero es como un pastel de manzana de combustión lenta: la gente se está moviendo de Windows 10 a 11 poco a poco porque Microsoft sigue recordándoles que dejarán de dar soporte a Windows 10 en octubre de 2025.
Todavía le queda un poco de vida a Windows 10 gracias a cosas como el Extended Security Update y soluciones ajenas a Microsoft como «0patch», que alargan artificialmente un soporte que está próximo a acabarse, y ayudan a mantener este sistema operativo funcionando de forma segura durante algún tiempo más.
Si nos alejamos y observamos todo el mercado de Windows, a partir del 1 de julio de 2024, se ve que Windows 10 está a la cabeza. Luego viene el recién lanzado Windows 11, mientras que las versiones anteriores como Windows 7 y 8.1 todavía se utilizan, pero se quedan bastante atrás.
Aún más sorprendente es que haya personas que aún no hayan hecho el cambio del antiguo XP a los sistemas más recientes. Estas personas representan algo menos del uno por ciento del total de usuarios.
Windows 10 se resiste a morir
La cuota / vida de Windows 10 es un tema que lleva debatiéndose bastante tiempo. A medida que nos acercamos a la fecha de fin de soporte en 2025, muchas personas se preguntan qué pasará con este sistema operativo que alguna vez fue muy popular.
Si tenemos en cuenta las necesidades de UEFI, TPM 2.0, SecureBoot y otras características de Windows 11, es evidente que el cambio al nuevo sistema operativo no consiste únicamente en preferir un software a otro, sino también en considerar si el hardware puede soportarlo o no. En lo que respecta a empresas y consumidores, la transición a Windows 11 se está convirtiendo en un requisito más que en una opción para garantizar la seguridad y el rendimiento.
El camino que ha seguido Windows 11 desde que empezó como un nuevo rival hasta convertirse en un participante importante en el mercado de los sistemas operativos muestra cómo la tecnología cambia constantemente.