La gama de tareas que se ejecutan en los servicios en la nube continúa cada vez más llena y compleja. La razón clave de esto es el hecho de que las tecnologías centrales que los sustentan siguen siendo, en general, las mismas. Hay algo que sí que está cambiando. Desde el punto de vista de la infraestructura central, se están colocando en capas con más y más herramientas de software. También aplicaciones y servicios que son comunes a casi todos los usuarios. La pregunta que surge es ¿Cómo conseguir que los objetivos nuestra migración estén bien definidos?
Lo anteriormente expuesto eleva el nivel de abstracción en el que los usuarios interactúan con un servicio cloud. Esto significa que los usuarios ahora pueden comenzar su interacción con los servicios cloud muy por encima de la mayoría de los detalles técnicos de configuración. También de recursos o adminsitración de operaciones en la nube.
Uno de los temas más comunes que circulan alrededor de la computación en la nube son los argumentos sobre qué tipos son mejores para qué propósito. A primera vista, las operaciones son bastante distintas. Desde operaciones privadas, en las instalaciones, pasando por privadas / co-ubicación y hasta servicios públicos en la nube. Después, por supuesto, hay una nube híbrida, que no es algo tan distinto, sino una combinación de lo anterior.
¿Cómo conseguir que los objetivos de nuestra migración estén bien definidos?
Hay signos importantes de que el creciente rango de opciones y complejidad aparente está teniendo un impacto en la utilización de los servicios cloud. Particularmente, esto ocurre en toda la región EMEA. Tomemos como ejemplo el último Nutanix Enterprise Cloud Index. Los datos EMEA en particular muestran que en 2018 se demostraba que un número significativo de empresas tenía planes bien formulados para alejarse de los centros de datos en las instalaciones hacia las operaciones en la nube híbrida.
Más recientemente, han aparecido los entornos multi cloud. Esta es, como ya os contamos (y tenéis en el link superior) esencialmente una nube híbrida pero de varios proveedores de nube pública.
Uno de los temas principalmente discutidos es cómo compartir y mover tareas entre los diferentes tipos de nube. Sin embargo, automatizar y administrar esto ahora es uno de los servicios clave que se están aplicando a la infraestructura cloud. Configurar recursos y servicios de esa complejidad a mano es ahora una pérdida de tiempo. Esto crea un entorno de usuario donde establecen la política de lo que debería suceder en cada momento. Eso podría depender del tiempo, como un proceso relacionado con los resultados trimestrales. También de carga de trabajo, como el procesamiento de pedidos en respuesta a una exitosa campaña de marketing.
¿La nube? Mejor si es «dirigida»
Está claro que hoy en día las herramientas de administración son esenciales para los usuarios. Esto también incluye la disponibilidad de otras herramientas esenciales como Kubernetes. Con esto se puede gestionar el trabajo pesado de mover las aplicaciones, herramientas y datos.
Ahora es posible tener un proceso de negocio ejecutándose en la plataforma más adecuada a nuestras necesidades. Mientras esto ocurre, el proceso funciona en modo de baja prioridad.
A estas alturas, hay poca o ninguna necesidad de que los usuarios pierdan el tiempo considerando y comparando las capacidades técnicas de los diferentes tipos de servicios cloud. Ya no importará si una aplicación o servicio nunca se mueve de una plataforma. Esto es así porque los sistemas automatizados administrarán todo el proceso de acuerdo con las políticas definidas por el usuario.
La idea es que al fin los usuarios sólo tengan que tener en cuenta una pregunta fundamental. ¿Es mejor operar en la nube o no?. Para la mayoría, es probable que la respuesta sea un «sí». Esto, en muchas ocasiones, se debe a que un «no» hace que sea más difícil de establecer y administrar.
Incluso en ese panorama, la mayoría de las aplicaciones comerciales usadas en general pueden ejecutarse en servicios cloud. Nutanix, por ejemplo, ha invertido una gran cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo para probar y certificar que todas las principales aplicaciones y herramientas comerciales no sólo se ejecutan sin cambios, sino que se pueden mover entre los sistemas locales existentes y un sistema completo multi cloud.
A diferencia de algunos proveedores, esto también significa lo siguiente. Las aplicaciones comerciales existentes se pueden mover a un entorno cloud sin problemas. No se trata solo de la capacidad de ejecutar la última versión «cloudificada» de las aplicaciones. Se trata de tener la capacidad de tomar todo el entorno de producción de IT y ponerlo a disposición de la nube.
Esto también va de no pasar más tiempo en reuniones, tratando de gestionar tareas para que el negocio tenga oportunidad de alcanzar algunos objetivos comerciales. Este es el modelo tradicional con el que todas las compañías han tenido que trabajar. Aquí se comprometen sus objetivos comerciales al equilibrar recursos IT, habilidades actuales, presupuestos y escalas de tiempo.
Con la «nube dirigida» como una entidad única, por fin es posible que las empresas trasladen su pensamiento más allá de lo que esperan lograr. «Sin limites» es un cliché clásico de marketing, pero tiene sentido aquí. La nube, como un conjunto de tecnologías ahora ofrece un desafío a los usuarios: ¿Cuáles son las limitaciones de sus propios objetivos y aspiraciones?