¿Qué es lo que 2020 traerá al Edge Computing y al 5G?

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Esta es la semana de las predicciones, aquí en Cloud Masters ya tenéis otras entradas similares y ahora os vamos a intentar contar qué es lo que 2020 traerá al Edge Computing y a las redes 5G. Ahora es el momento ideal para solidificar y actualizar nuestra comprensión y explorar cómo se complementarán estas dos tecnologías entre sí.

El Edge Computing, como todos ya sabréis, trata de procesar información desde dispositivos más cercanos al lugar donde estamos trabajando, en lugar de trasladarla a la nube. Junto con el 5G, la informática de borde (si se me permite la traducción literal) allana el camino para aplicaciones que antes no hubieran sido posibles, por ejemplo aquéllas que requieren una latencia ultra baja como por ejemplo la realidad aumentada o virtual, o los vehículos autónomos.

A nivel mundial, IDC pronostica 150 mil millones de dispositivos conectados para 2025, muchos de los cuales bombardearán datos en tiempo real. En 2017, los datos en tiempo real eran sólo el 15% de toda la información creada, capturada o replicada. En 2025, se espera que alcance el 30%. Como porcentaje, tampoco parece una locura, sin embargo, es un orden de magnitud mayor en capacidad bruta (de 5 a 20 zettabytes).

Definición emergente

Estamos ya en 2020 pero la definición de «edge» a menudo varía dependiendo de a quién le preguntemos. Desde NIST hasta IEEE, los modelos siguen evolucionando. Podría ser la Raspberry Pi en una gran plataforma refrigerada que envía selectivamente información del sensor a la nube o el nodo que procesa datos del juego para la plataforma Stadia de Google. Aunque millas de proximidad separan esas dos interpretaciones, ambas acercan los recursos informáticos al usuario.

En 2018 los proveedores realizaron un informe neutral sobre el estado del Edge Computing y llegaron a una serie de conclusiones que se pueden usar para crear una definición:

  • Edge es una ubicación, no una cosa.
  • Hay muchos «edges», pero el que nos interesa es el de la red de «última milla».
  • Este edge tiene dos lados: un «borde» de infraestructura (ustream) y otro de dispositivo (drones, teléfonos, auriculares…).
  • La computación existe en ambos lados, trabajando en coordinación con una nube centralizada.

Beneficios de tener una baja latencia

La baja latencia podríamos señalarla como la asesina del Edge Computing, particularmente cuando el software basado en la nube se esfuerza bajo las limitaciones de la física. Los datos no pueden moverse más rápido que la velocidad de la luz, por lo que las solicitudes a servidores a cientos o miles de kms de distancia inevitablemente genera latencia medida en milisegundos. La diferencia no es perceptible en aplicaciones como Twitter, pero para un cirujano que opera de forma remota la cosa cambia.

El Edge Computing también nos evita trasladar cada bit de datos entre dispositivos conectados y la nube. Si podemos determinar el valor de la información cerca de donde se creó, podemos optimizar la forma en la que fluye. Limitar el tráfico sólo a los datos que pertenecen a la nube reduce el ancho de banda y los costes de almacenamiento.

El Edge Computing ayuda pero el 5G lo hace aún mejor

La computación perimetral no es nada nuevo. Ya en el año 2000 las redes de entrega de contenido se denominaban redes perimetrales. Pero se acepta universalmente que cuando la cobertura 5G crece, el Edge Computing ayudará a abordar los requisitos de alto ancho de banda y baja latencia de las aplicaciones modernas con recursos informáticos locales, en lugar de regionales.

La tecnología subyacente al 5G agregará velocidad, confiabilidad y flexibilidad a las aplicaciones empresariales al acercar los recursos informáticos al lugar donde se crean los datos. La información se moverá en redes 5G de manera eficiente, en lugar de requerir un viaje a la nube y de vuelta.

Según el informe State of the Edge 2020, la mayor demanda de Edge Computing proviene de los operadores de redes de comunicación que actualizan su infraestructura y actualizan sus redes para 5G. Los servicios móviles de consumo que se ejecutan en esas redes dependerán del Edge Computing para permitir plataformas de streaming de juegos, realidad aumentada e IA.

Los hogares inteligentes, las redes inteligentes y las ciudades inteligentes comparten una propensión a las plataformas de edge de dispositivos. Sin embargo, a medida que estos casos evolucionan y se vuelven más sofisticados, también habrá nuevas demandas de capacidades de infraestructura. Las disposiciones de 5G para comunicaciones de baja latencia ultra confiables (URLLC) y mMTC significan que los dispositivos y el edge pueden estar aún más juntos, haciendo que su conexión sea más eficiente.

El Edge Computing, después de todo, aún es joven

Empowered Edge es una de las 10 principales tendencias tecnológicas estratégicas de Gartner para 2020. Sin embargo, varios otros conceptos en su lista tienen también raíz en el edge. La hiperautomatización, que se ocupa de la aplicación de IA y el ML para aumentar el aporte humano, se basará en una baja latencia y una fiabilidad constante.

A medida que el péndulo informático oscile de la nube centralizada al edge distribuido, abundan las oportunidades, particularmente en el borde de la infraestructura en desarrollo. Comprender el impacto de la informática edge y el 5G nos permitirá proporcionar experiencias al cliente sin interrupciones, probar nuevos mercados y actuar en función de los conocimientos en tiempo real.

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