La comunidad de Open Source se planta ante la U.E

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La comunidad Open Source se encuentra en una coyuntura muy crítica, en medio de un periodo de incertidumbre normativa en la U.E y con una nueva legislación que supone una amenaza para el sector.

Esta semana, un consorcio de empresas entre las que se encuentran GitHub, Creative Commons y Hugging Face, ha publicado un documento político dirigido a los reguladores de la U.E en el que solicitan un mayor apoyo para el desarrollo de la I.A de código abierto en la próxima Ley de I.A.

Peticiones para la U.E

La coalición esbozó una serie de sugerencias para los legisladores de la U.E en el documento, haciendo una serie de peticiones. Entre ellas, definiciones más concisas de los componentes de la I.A y un mayor apoyo y margen de maniobra para la investigación de código abierto en el desarrollo de modelos.

Un aspecto clave es si la investigación y las pruebas de modelos de I.A se interpretarán como «actividad comercial» y, por tanto, estarán sujetas a normas estrictas en virtud de la ley.

Según las directrices propuestas por la U.E, las pruebas en el mundo real de los sistemas de I.A no estarán exentas de la normativa, lo que, según las empresas, podría inhibir la innovación y esto, resulta costoso. En su lugar, la coalición sugirió un cambio en el lenguaje para dar cabida a las pruebas que se realizan «a escala limitada con suficiente documentación y transparencia para los usuarios».

«La investigación y el desarrollo (I+D) son cruciales para el desarrollo de sistemas de IA beneficiosos y fiables», dice el documento.

Crítica justificada

El documento no es en absoluto una crítica mordaz de la Ley de I.A, sino que contiene sugerencias sobre cómo los reguladores y los desarrolladores de código abierto podrían fomentar una relación más estrecha que impulse la innovación.

Sin embargo, el documento advierte de que, en su versión actual, la Ley corre el riesgo de crear «barreras impracticables» para quienes contribuyen al ecosistema.

De hecho, Peter Chichon, director de políticas de GitHub, una de las principales voces en este debate con los reguladores, advirtió en un blog que la ley corre el riesgo de «paralizar el desarrollo de la IA de código abierto» y socavar la «innovación responsable» en todo el gremio.

No es la primera vez

No es la primera vez que las partes interesadas del sector Open Source plantean, con razón, su preocupación por las políticas restrictivas de la U.E.

En septiembre del año pasado, el grupo de reflexión Brookings publicó un informe en el que criticaba las propuestas, y advertía de que la ley socavaría gravemente el desarrollo de la I.A de código abierto y perjudicaría a los desarrolladores.

Asimismo, a principios de este mes, el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, y la directora ejecutiva de OpenUK, Amanda Brock, sugirieron que las estrictas normas de la ley para los desarrolladores de código abierto podrían perjudicar las ambiciones europeas en materia de inteligencia artificial y permitir a Estados Unidos «superar» a Europa en este ámbito.

Durante una mesa redonda, Brock describió la ley como «muy prescriptiva» y sugirió que las exenciones para el desarrollo de código abierto «no son suficientes».

«No va a funcionar», afirmó.

Con un rechazo tan fuerte -y reiterado por parte de las personalidades del sector-, los reguladores de la U.E podrían enfrentarse a la perspectiva de recortar aspectos preocupantes de la legislación.

Oídos sordos desde la U.E

La UE ya ha desoído las quejas de grandes empresas del sector Open Source, como es el caso de OpenAI, cuyo director ejecutivo, Sam Altman, advirtió a principios de este año que la empresa podría verse obligada a retirarse de Europa debido a algunos aspectos del reglamento.

Los comentarios de Altman se encontraron con una feroz respuesta de los legisladores y más tarde provocaron un giro de 180 grados por parte del consejero delegado, en una debacle que puso de manifiesto la inquebrantable determinación de los reguladores.

Cabezas enfrentadas con los reguladores

Todo esto plantea la cuestión de si la U.E considera a la industria Open Source como un actor valioso dentro del panorama tecnológico. Aunque se están impulsando normativas para proteger tanto a los consumidores como a las empresas, no se puede negar que se está ejerciendo una presión significativa sobre la comunidad del código abierto, que ofrece valiosos beneficios económicos.

Millones de empresas de los 27 estados miembros, confían en el software de código abierto para sus operaciones cotidianas. Las aplicaciones y plataformas vitales que representan la savia de la economía tecnológica europea son mantenidas por una comunidad dedicada de desarrolladores, que a los ojos de la U.E parece que no son de fiar.

Con la votación del Parlamento Europeo para adoptar su posición sobre la Ley de Inteligencia Artificial en junio, se acaba el tiempo para que la comunidad de código abierto vea algún cambio significativo aplicado por los legisladores.

Y si el planteamiento de la UE respecto a la Ley de Ciberresiliencia sirve de ejemplo, es probable que se ignore a la industria y se le impongan cambios asfixiantes que perjudiquen a los desarrolladores y a la innovación, a largo plazo.

Periodo oscuro para el Open Source en la U.E

Gabriele Columbro, director general de la Fundación Linux en Europa, declaró en abril que esta situación podría hacerse realidad, ya que los contribuidores intentan evitar «ser abofeteados con demandas».

De ser así, la comunidad del código abierto, que ya está al límite y cada vez más agotada, podría entrar en un periodo oscuro, lo que augura problemas para la innovación en Europa y, sin duda, perjudicará a las empresas.

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