No cabe duda de que el potencial de la I.A es casi infinito, y sus aplicaciones en entornos de investigación y educación pueden suponer un antes y un después. Pues parece que en el entorno universitario, OpenAI ya tiene su primer cliente en EE.UU: la Arizona State University (ASU).
La ASU ha anunciado su colaboración con OpenAI para poner ChatGPT, el chatbot de OpenAI basado en IA, a disposición de los investigadores, el personal y el profesorado de la universidad.
Un reto para impulsar la I.A a nivel de investigación
A partir de febrero, la ASU pondrá en marcha un reto abierto para invitar al profesorado y al personal a presentar ideas sobre cómo utilizar ChatGPT, centrándose en el éxito de los estudiantes, nuevas vías para la investigación y la racionalización de los procesos organizativos.
«A medida que OpenAI comienza a explorar cómo comercializar o alinear un negocio para las universidades, están buscando un socio de diseño, un socio de pensamiento, y creo que esa es una medida significativa de por qué nos hemos reunido para hacer este anuncio. La colaboración con OpenAI garantiza que la ASU se convierta en un participante activo en la definición de nuevos usos de la nueva I.A en la educación superior».
Lev Gonik, director de información de ASU.
El acuerdo OpenAI-ASU ilustra los cambios de opinión en torno a la I.A en la educación, ya que la tecnología avanza más rápido de lo que los planes de estudio pueden seguir.
Un cambio de rumbo muy interesante
El verano pasado, las escuelas y universidades se apresuraron a prohibir ChatGPT por temor al plagio y la desinformación. Desde entonces, algunos han revocado sus prohibiciones, mientras que otros han empezado a organizar talleres sobre herramientas de I.A generativa y su potencial para el aprendizaje.
Como era de esperar, la ASU está firmemente a favor de estos últimos, y potenciar a la I.A como herramienta educativa.
«La convocatoria abierta al profesorado, el personal y los investigadores garantiza que podamos ofrecer un apoyo continuo y significativo que siente las bases para que nuestros equipos aprovechen el verdadero potencial de estas tecnologías, aumentar el aprendizaje y la creatividad humanos. En ningún caso, para sustituirlos», afirmó Gonick.
«Este enfoque forma parte de un plan estratégico para allanar el camino a nuestros estudiantes, garantizando que ampliamos el uso de la I.A de forma responsable y escalable en toda la universidad. Pretendemos fomentar un entorno en el que los recursos de I.A se utilicen de forma eficaz y ética, sentando las bases para una integración más amplia de estas tecnologías en nuestra comunidad académica.»
ChatGPT Enterprise, nuevo bastión
Por otro lado, la ASU proporcionará cuentas ChatGPT Enterprise a sus empleados a tiempo completo. Lanzado en agosto del año pasado, ChatGPT Enterprise puede realizar las mismas tareas que ChatGPT, como escribir correos electrónicos, depurar código informático y redactar ensayos. Pero, además, añade funciones de privacidad y análisis de datos a ChatGPT, así como un mayor rendimiento y opciones de personalización.
Además, ChatGPT Enterprise incluye acceso prioritario a ChatGPT y acceso ilimitado a Advanced Data Analysis, una función de ChatGPT que permite a los usuarios hacer que la IA analice datos, cree gráficos, resuelva problemas matemáticos y mucho más, incluso a partir de archivos cargados.
Gonick afirma que la ASU desempeñará un doble papel en la gestión de sus cuentas de ChatGPT Enterprise y en la participación en los esfuerzos relacionados con la asistencia y el «uso eficaz» de la I.A en la educación.
«En esta fase inaugural, nos centramos en proporcionar a los profesores, al personal y a los investigadores de la ASU un acceso prioritario a nuestras herramientas de IA», añade. «En este momento, estamos hiperenfocados en poner ChatGPT Enterprise en manos de nuestro núcleo de conocimiento … para estar a la vanguardia del descubrimiento y la implementación».